Llegará el día, que las flores se marchiten, que el cielo esté nublado, que una risa te moleste, que tu trabajo te amargue y que la vida sea un infierno aparentemente infinito. Pero como cualquier ciclo, todo volverá a repetirse. Lo bueno y lo malo. El ser humano tiene actitudes dinámicas, es muy dificil que haya alguien que esté siempre contento o siempre triste. Como la dura vida, el amor machaca directo al corazón. Pero como cualquier otra dificultad, hay que plantarle cara, y no rendirse jamás. Da igual en las condiciones que nos encontremos, siempre hay escapatoria. El amor o el desamor, son uno de los extremos que condicionan nuestro comportamiento. Pero el desamor acaba en amor normalmente, y viceversa, el amor suele acabar en desamor. De ahí que sea un ciclo. Lo que pasa es que la velocidad de cada ciclo varia, dependiendo de la persona y sus vivencias.

Yo, por ejemplo, soy de uno de esos casos en los que ya se ha sumergido en lado oscuro y que no ves salida, aunque con la esperanza en mano como oro en paño, aguardo que salga el sol de nuevo. Y por mucho que berreé ahora, se que caeré en las redes de Afrodita de nuevo, porque uno no es tan fuerte como cree cuando está esclavizado bajo el poder de las experiencias pasadas. Quiero poder disfrutar mi aparente libertad, y recibir, cuando la ocasión lo merezca de verdad, esa ilusión que tan fielmente nos aferramos, y nos identifica y determina como seres humanos.

Mientras tanto, contemplo con recelo y superioridad, ese sentimiento inestable en sus diferentes formas, arraigandome aun más al hilo del que cuelgo, evitando caer en la oscura soledad.


Nuit Blanche from Spy Films on Vimeo.

Email: "Dedicado a los enamorados y para lo que lo estarán a la vuelta del ciclo, pero que ahora tienen los ojos vendados, y deambulan a ciegas, negando la realidad más pura del ser humano o en su defecto, dudan del material que cimienta su existencia. Bendito rechazo, ingrediente añadido, adversidad camuflada que reta a superar las mejores expectativas propuestas y prueban al individuo ante una causa que se hace derrogar, para ofrecer en la meta la mayor explosión de satisfacción que se conozca, y cuya mística resaca dura de manera estandarizada, hasta que la muerte los separe."