Alma perdida  

Posted by re3virao in

Hoy, un domingo como otro cualquiera, me siento delante del ordenador, escuchando a Anthony Ocaña y sus vibrantes notas de cuerda, respirando levemente mientras pienso en el siguiente sorbo de mi té rojo. Este domingo tardío es uno más en mi calendario, pero diferente en mi ser. Estoy triste, estoy perdido, estoy cansado, estoy preocupado. Los ojos me invitan a acostarme, a olvidarme de todo, para ascender en un sueño de despreocupaciones, lejos de mi corazón encogido y ansioso. Amigo de la soledad, me escapo de la realidad para esconderme en mis paranoicos pensamientos y reflexiones. Pienso en hacer eso, en hacer aquello, pero no termino haciendo nada. Son muchas cosas las que cargo sobre los hombros y para superarme, tengo que sacar fuerzas de donde no las tengo. Pero como la energía ni se crea ni se destruye, yo aspiro a transformar la mía en algo con más potencial, algo más revolucionario. Se que puedo, solo necesito tiempo.

Sentado aquí, y caminando al son de la música me siento desplomado, debilitado, derrumbado. Pero ahora mismo me siento bien. Estoy conmigo mismo, y solo con lo que pienso yo. No me exijo nada, me dejo llevar al ritmo que marca Anthony. Es mi guía y mi camino. Mi mochila pesa bastante, pero puedo con ella. Se que puedo. Este viaje lo emprendí seguro de mi mismo, y no voy a reconocer que me equivoqué, porque seguramente eso es aceptar en este caso una derrota ante un reto personal. No voy a ganar nada dándo la vuelta, retrocediendo sobre mis huellas. Solo lamentarme. Sigo recto, porque la felicidad está en cada esfuerzo, en cada superación, en cada victoria chiquitita que alcanzo. Y lo divertido es que es solo el principio. A estas alturas miro hacia atrás y llevo un buen trecho. Lo suficiente para sentirme afortunado, para volver a mirar adelante, para mirar a mi alrededor y ver que hay otras rutas mas complejas.

Hoy me replanteo que es la esperanza. Hablan de que la esperanza es una oportunidad más que concedes a tus deseos. Dicen que se puede perder, que cuando ya la negatividad te supera, que cuando los astros se desalinean, que cuando Dios te da consuelo para proseguir otro camino más saludable, significa que la esperanza ya se ha esfumado. A mi eso me preocupa, porque mi esperanza es perenne. En el paquete en el que venía mi alma, lo traía de fabrica. Es como la coca cola del Fosters Hollywood; puedes pedir las que quieras. Vivo o me nutro de esperanza. En cierta medida, esta se alimenta a su vez de mi coraje, de mi nervio, de mi testarudez. Todo es posible, todo el mundo puede alcanzar la meta de cualquier carrera. No importa cuanto tardes. Lo importante es participar, llegar al final. Correrás más, te cansarás más, sufrirás más que otros. Pero de eso se trata. Si no hubiera dificultades, obstáculos, no se valoraría la victoria. De hecho toda carrera se desdobla en dos competiciones; una la que retas a tus contrincantes, y otra, la que te retas a ti mismo. Y creo que hasta que no estés satisfecho con tu trabajo, no merece la pena retar a otros, o por lo menos, disgustarte por la victoria de los demás.

Después de traspasar ideas disparatadas al teclado, y que el teclado las transcriba en la pantalla, un alivio me embarga. Hoy sigo cansado, sigo triste, sigo preocupado, pero por lo menos ahora ando con un peso menos.

This entry was posted on domingo, abril 25, 2010 at domingo, abril 25, 2010 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

0 Comentarios

Publicar un comentario